lunes, 26 de octubre de 2009 | | 0 comentarios







COROS LEVERKUSENER KINDER _ UND JUGENDCHOR E.V. MIT DEN GRUPPEN



Dirigidos por: Nicole Dreibholz y Volker Wierz



Interpretaron 24 canciones en lengua alemana.

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CORO VIRELAI DE L`ESCOLA CORAL QUART DE POBLET


Dirigido por Jordi Blanch


Interpretaron las siguientes piezas:


Pueri Cocinite de J.von Herberck


El abanico , Habanera popular


Zai Itxoiten de Javier Busto


Aizu Bandaisan, popular japonés


Your Song de Elton Jhon


Energía de Valeria Linch






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RETROBEM LA NOSTRA MÚSICA

XXXcampanya de música de banda, corals i orquestres


Este acontecimiento ha tenido lugar en nuestra parroquia el día 16 de octubre con la actuación de los siguientes coros.

PEQUEÑOS CANTORES DE VALENCIA, dirigidos por Dª Carmina Moreno y acompañados al piano por D. Jesús Lebón.

Interpretarón las siguientes composiciones:

Ave María de Amold VON BRUCK

Veni domine de Félix MENDELSSHON

Ave Verum de Gabriel FAURÉ

SEVILLANAS de Emil Cossetto

Cançó de faroner de Josep Vila i Casañas

Color esperanza de Diego Torres

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Santoral/ Mes de Octubre

25. Frutos /Bernardo Calbó / Recaredo Centelles
26. Rústico / Ceda
27. Evaristo / Otterán
28. Simón y Judas / Rodrigo Aguilar
29. Honorato de Vercelli / Narciso2 / Abrahán
30. Germán de Capua / Gerardo
31. Alfonso Rodríguez / Wolfgang

FRUTOS (642-715). Dicen que nació el año en que Chindasvinto empezó a reinar. Once años tenía cuando Recesvinto empezó a hacer de las suyas; y 30 cuando Wamba siguió más o menos con lo mismo. Malos tiempos, con los cristianos flojeando. Frutos harto de aquel malvivir dijo que se iba, y se fue de Sepúlveda a hacer de hesicasta. Sus hermanos Valentín y Engracia hicieron lo mismo, despreocupándose en adelante de lo que hacían y malhacían Ervigio, Égica, Witiza e incluso Don Rodrigo. Cuando los moros fueron subiendo hacia el norte, arrasando, cuentan que «luego que tuvo a los mahometanos delante de sí, armados de picas y de lanzas, los mandó detener en el nombre de Dios, y que no pasasen delante de una raya que con el báculo hizo sobre una gran peña. Por la misma raya que había señalado San Frutos se abrió el peñasco, formando una profundidad grandísima, que separaba a los moros de los cristianos, y dejaba a éstos libres y seguros de la furia de los primeros, que huyeron del lugar. La peña dividida todavía se llama la "cuchillada de San Frutos"». Los pueblos que no tienen leyendas están condenados a morir de frío. Murió a los 73, con muchos trienios de eremita. Los segovianos siguen recordándole y tratan de oponerse a las sombras de la increencia encomendándose a él (25 octubre)

BERNARDO CALBÓ (+ 1243). Nació cerca de Reus, en una masía (casa de campo y de labor con tierras, apero y ganados). Estudió en Lleida. Monje cisterciense. Siendo abad de Santes Creus fue elegido obispo de Vic. Durante diez años desarrolló una actividad apostólica sorprendente. Los cristianos de Vic eran felices: entendían a su obispo cuando les hablaba del cielo (25 octubre)

RECAREDO CENTELLES (1904-1936). Fiesta de Cristo Rey de 1936: Cristus vincit, Cristus regnat, Cristus imperat, fueron las últimas palabras de Mossèn Recaredo antes de que sonaran los disparos junto al muro del cementerio de Nules. ¡Qué lástima, tan joven!, comentaba uno de los milicianos. Hijo de Mossèn Sol, era rector del Seminario Menor de Tortosa. Había aprendido a formar sacerdotes en el Seminario Pontificio de Tarragona. El plebà de Montblanc, Mn. Josep Farré Fortuny, mi párroco, que había sido su alumno, hablaba de él con tanto cariño... (25 octubre)

RÚSTICO (+ 461). Lo de san Pablo: «Quien aspira al episcopado, desea una noble (hermosa) función» tiene que ser verdad, si él lo dice. Pero el santo obispo de Narbona, que ya llevaba años en la hermosa función, tentado estaba de presentar la renuncia. Por 999 razones. Al enterarse el papa San León Magno, le dijo que le comprendía, que él tenía mil para hacer lo mismo, pero que alejase aquellos malos pensamientos. Le hizo caso. «Et in labore suscepto permansit». San Rústico, ayúdanos a perseverar «in labore suscepto» aunque no seamos obispos (26 octubre)

CEDA (CED) (+ 664) Así como cuando se habla de Josué siempre la Escritura dice: «Josué, hijo de Nun», con san Ceda y san Ceada pasa lo mismo: «Ceda, hermano de Ceada», «Ceada, hermano de Ceda». Santos los dos, todo un ejemplo de hermandad. A Ceda, el mayor, trató de imitarle Ceada, incluso en ser obispo. Ceda, monje de Lindisfarne, evangelizó la región central de Inglaterra. Y lo de siempre: le obligaron a ser obispo. Fundó la abadía de Tilburi y la de Lastingham, donde se reservó una celda. En el sínodo de Whitby, pensando en el bien común y previendo el futuro, abandonó la liturgia céltica por la romana. Con sentido común, al hacerse mayor, pidió que le nombraran obispo emérito. Estando en Lastingham, fue a cantar Maitines al cielo el 26 de octubre de 664 (su hermano Ceada desde Lichfield le siguió ocho años después) [Sigo empeñado en escribir antes de morirme una letanía a base de hermanos santos. Veo que será más larga que las letanías mayores. Y a pie de página irán los nombres del padre y de la madre] (26 octubre)

EVARISTO (97-108). Me gusta en la eucaristía rezar el canon romano. Los otros cánones no es que estén mal: son funcionales, muy dogmáticos, con referencias magníficas, sabrosas. Pero el canon I para mí es el canon: con él respiré en mi infancia, en latín, claro; con él me hicieron sacerdote... Y -me atrevo a contarlo ahora que ya soy mayor- porque en aquellos tiempos en que la liturgia era intocable, yo la retocaba en voz baja... para salvar del olvido a san Evaristo. Decía el misal antes de la consagración: «Veneramos la memoria... de Pedro, Pablo... Lino, Cleto, Clemente, Sixto; Cornelio, Cipriano....», saltándose injustamente a Evaristo y a Alejandro, que fueron papas después de Clemente y antes que Sixto. Sentía que colocándolos en su sitio les rescataba del olvido, y así podía encomendar a san Evaristo y a san Alejandro los problemas delicados, porque ellos tenían que estarme reconocidos. (¡Qué infantilismo!, pensará alguno. Bueno, ¿por qué los santos no van a estar agradecidos?). El «Liber pontificalis» dice que Evaristo era hijo de un judío de Belén... ¡Qué romántico! El Pseudo-Isidoro, añade que envió a los obispos de África una carta sobre los diáconos y la enseñanza de la fe; y a los obispos de Egipto otra sobre Cristo cabeza de la Iglesia y sobre la Iglesia cuerpo de Cristo. (Que el Pseudo-Isidoro llevara un nombre tan falso no quiere decir que lo que dice no sea verdad) (27 octubre)

OTTERÁN (+ 563). Alias Odrán. Irlandés, abad de Meath. Murió en Iona, una de las Hébridas. ¿Sólo esto? No, sabemos mucho más a través del link Colomba. Fue su discípulo predilecto. Es de los casos, muy frecuentes, en los que para saber de alguien, lo más práctico es buscar cómo era su maestro. La fiesta de san Colomba es el 9 de junio (27 octubre)

SIMÓN y JUDAS (s. I). A Simón, nacido en Caná, le llamaban Zelotes. Judas, no el Iscariote sino el otro, por sobrenombre Tadeo, preguntó al Señor por qué se manifestaba a ellos y no al mundo. Apóstoles. Por eso les rezamos: «Vosotros que escuchasteis la llamada de viva voz que Cristo os dirigía, abrid nuestro vivir y nuestra alma al mensaje de amor que él nos envía. / Vosotros que invitados al banquete gustasteis el sabor del nuevo vino, llenad el vaso, del amor que ofrece, al sediento de Dios en su camino. / Vosotros que tuvisteis tan gran suerte de verle dar a nuestros nueva vida, no dejéis que el pecado y que la muerte nos priven de la vida recibida. / Vosotros que lo visteis ya glorioso, hecho Señor de gloria sempiterna, haced que nuestro amor conozca el gozo de vivir junto a él la vida eterna. Amén» (28 octubre)

RODRIGO AGUILAR (1875-1927). Nació en Sayula, Jalisco. Párroco de Unión de Tula. Poeta de fina sensibilidad. Decía en prosa: «Señor, danos la gracia de padecer en tu nombre, de sellar nuestra fe con nuestra sangre y coronar nuestro sacerdocio con el martirio ¡Fiat voluntas tua!». Cuando llegaron las tropas federales para apresarlo, se despidió diciendo: «Nos vemos en el cielo». En la madrugada del 28 de octubre de 1927 fue conducido a la plaza de Ejutla. Arrojaron una cuerda a una rama gruesa de un árbol de mango, hicieron una lazada y la colocaron al cuello del sacerdote. Luego quisieron poner a prueba su fortaleza y con altanería le preguntaron: «¿Quién vive?» La valiente respuesta fue: «¡Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!» Entonces la cuerda fue tirada con fuerza y el señor cura Aguilar quedó suspendido. Se le bajó de nuevo y se le repitió la pregunta: «¿Quién vive?» Por segunda vez dijo con voz firme: «¡Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!» Nuevamente el mismo suplicio y por tercera vez, al «¿Quién vive?» el mártir agonizante, repitió: «Cristo Rey y Santa María de Guadalupe» (28 octubre)

HONORATO DE VERCELLI (330-415). Cuando el Padre Aldama explicaba la Unción de los enfermos, para justificar la falta de documentos bíblicos y patrísticos sobre ese sacramento, nos preguntó: «¿Cuántas veces han oído predicar sobre la Extremaunción?». Y comentó: «¿Se extrañan de la falta de testimonios?». Me gustaría hoy ofrecerle al Padre Aldama esta perla: San Honorato, fue el que le administró el Sacramento de la Unción de los Enfermos a San Ambrosio, el santo obispo de Milán, a petición propia. Detalle que ningún historiador olvida de contar. [Cuentan más cosas, evidentemente: que había nacido en Vercelli; que San Eusebio, el primer obispo de la diócesis, le educó para la vida monástica, al que acompañó en el destierro, por obra y desgracia de los arrianos; que San Ambrosio de Milán influyó decisivamente para que en el año 396 Honorato fuera elegido obispo de Vercelli...]. Cuando veo que llega el momento de decir a un cristiano que ha llegado la hora de recibir ese Sacramento, suelo encomendarme a San Honorato. Y espero que él me dé suficiente sentido común para pedirlo yo para mí a tiempo (29 octubre)

NARCISO. En plural. El 29 de octubre el martirologio romano recuerda a un griego, llamado Narciso, elegido obispo de Jerusalén en superplena madurez. Pese a la edad, gobernó con firmeza. Tuvo tiempo, de acuerdo con el papa San Víctor (189-199), de insistir en que la fiesta de Pascua se celebrase en domingo. Su firmeza topó con bastantes «infirmos» que la armaron. No queriendo líos, silenciosamente dejó Jerusalén. Los otros aprovecharon para buscarle sucesivamente un par de sucesores. Muerto el segundo, decidió volver. De cara al futuro eligió como coadjutor a San Alejandro (+ 250) que tenía una letra preciosa. Se conservan estas líneas de una carta: «Narciso os saluda. Ha cumplido 116 años y os exhorta, y yo con él, a mantener la concordia». Poco después «feliciter ad Dominum migravit» (+222)
Otro Narciso, más cercano, obispo y mártir. Hay que ir hoy a Girona para oír lo que cuentan de él, de su diácono Félix, de Ausburg y santa Afra, incluso de unas moscas… Los “goigs de Sant Narcís» realmente alegran el alma: «Puix lluitant amb valentia / vau guanyar la palma d’or: / defenseu-nos nit i dia, / Narcís, martir del Senyor» (29 octubre)
http://ca-es.facebook.com/note.php?note_id=187117215726

ABRAHÁN (+ 366). Nació en Manuf en Egipto. Le llamaban “el niño”, para distinguirle del patriarca Abrahán. De profesión: eremita. «Como el gato espía al ratón, Abrahán espiaba al Invisible». Discípulo de San Pacomio, que sonreía cuando le traían recuerdos del Niño. San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia, llamado «Arpa del Espíritu Santo», contó y cantó maravillas de quien pasó 17 años viviendo en una gruta. A falta de libros, se sabía la Biblia «par coeur». Santo muy venerado por los coptos, que suelen tener buen gusto (29 octubre)

GERMÁN DE CAPUA (+ 541). Santos con el nombre de «Germán» hay a docenas. Y santos hermanos a miles. Como hay miles de santos que fueron amigos. Conviene no olvidarlo. Que a veces la negrura de las noticias nos hace pensar que los hombres somos lobos. Para situar bien a Germán, obispo de Capua, muchos señalan: fue amigo de San Benito. Exacto. Tan amigos eran, que según cuenta San Gregorio Magno en sus Diálogos, mientras el Santo abad estaba en oración el 30 de octubre del año 541 vio cómo el alma del amigo subía al cielo. Se lo comentó a sus monjes durante la recreación. Cuando días después llegó al monasterio la noticia, vieron que el pálpito de San Benito coincidía exactamente con el día y la hora del fallecimiento. ¡En aquellos tiempos en que la electrónica y la electricidad quedaban a siglos de distancia! Amigo de ambos fue el obispo de Canosa, san Sabino, que les sobrevivió. Santos y amigos, loado sea el Señor (30 octubre)

GERARDO (+ 1122). ¡Como si el 30 de octubre fuese un buen día para que murieran los obispos santos! Germán, obispo de Capua, amigo de San Benito; Marciano, primer obispo de Siracusa (s. II); Terencio Alberto O’Brien, dominico obispo en tiempos de Oliverio Cromwell, aunque a éste más que morirse le mataron; San Gerardo, que le eligieron obispo de Potenza muy mayor y ejerció el oficio hasta bien pasados los 80 con gran satisfacción de todos. ¡Tiempos aquellos en que no había periodistas! (30 octubre)

ALONSO RODRÍGUEZ (1531-1617). Rodríguez y Gómez, casado con María Juárez, padre de dos hijos. Segoviano. A los 46 años ingresa en la Compañía de Jesús. Portero durante más de seis lustros en Palma de Mallorca. La portería del colegio Monte Sión es una auténtica cátedra de vida espiritual. Y el santo hermano coadjutor tiene ojo clínico para descubrir en el novicio de Verdú, Pedro Claver, al futuro apóstol de Cartagena de las Indias. ¡Las antenas de los porteros, Dios santo! (31 octubre)

WOLFGANG (924-994). Nació en Suabia. Entró en el monasterio de Einsiedeln, misionó en Hungría, obispo de Ratisbona durante 22 años. Fue uno de los monjes-obispos que han dejado huella en la historia de su tiempo: preceptor del emperador Enrique II, reformador de la disciplina eclesiástica, pero sobre todo bienhechor de los pobres. Algo músico, claro, que por algo se llamaba Wolfgang (31 octubre)

viernes, 16 de octubre de 2009 | | 0 comentarios

Domingo XXIX ordinario.
Este domingo el evangelio repite en parte el mismo tema del domingo XXV; el tema del servicio o de la “minoridad”: ser el último. Pero, aún siendo el mismo tema, tiene sus matices diversos y voy a tratar de entresacarlos, saboreando como nueva la Palabra que hoy se nos sirve como el maná para este día.
El matiz diferenciador principal lo marca hoy la segunda lectura (Hebreos 4, 14-16) que nos presenta una “fotografía” existencial de Jesús, el Hijo de Dios. Jesús es igual en todo a nosotros excepto en el pecado. Es hombre verdadero. Por eso es capaz de compadecerse de nosotros; capaz de padecer como nosotros, con nosotros y por nosotros. Y de hecho, Jesús pasó por todas las peripecias de la vida: alegrías y penas, salud y enfermedad hasta la muerte violenta. Jesús es un hombre misericordioso. Compadece desde el abajarse, ponerse a la altura del otro, solidarizarse y hacer camino junto al otro. Compadece para liberar o salvar al hermano de las cadenas que le atan al yo y a sus circunstancias. Jesús desde la compasión es liberador o salvador (reparador).
San Pablo mirando a Jesús va más allá y ve al Padre y de Él nos dice que es GRACIA (trono de Gracia) y MISERICORDIOSO. Podemos confiar totalmente en Él.
Jesús es la imagen viva del Padre. Lo que afirmamos de Jesús lo podemos afirmar del Padre, puesto que Jesús todo lo recibe del Padre. Esto quiere decir que el Padre no tiene esquemas de funcionamiento diversos a los del Hijo. El corazón del Hijo y el del Padre se mueven desde el Amor-Misericordia. Esta es la máxima revelación de Dios. Dios es así y no de otra manera; y a esta realidad deberán ajustarse las demás visiones que de Dios nos lleguen tanto en el Antiguo Testamento como en la Tradición de la Iglesia.
Digo esto porque en las lecturas de hoy se habla de “expiación” (Isaías 53, 10-11) y de “rescate” (Mc 10, 35-45). Y cuando oímos estos términos viene a nuestro imaginario figuras como la del “cabrito expiatorio” del A.T. o la de la “paga” por la deuda infinita contraída ante Dios por el pecado (Teología Anselmiana). Tengo la impresión de que muchas veces parece que lo que no está permitido en las relaciones entre los hombres sí que está permitido en las relaciones de Dios con los hombres. (se habla del castigo de Dios y hasta de la ira de Dios) y eso es una barbaridad. No podemos olvidar que en palabras de Jesús nosotros somos “malos” y damos cosas buenas a nuestros hijos; cuanto más Dios que es el solo Bueno. Por tanto no puede ser que en la justicia de Dios paguen justos por pecadores. No pude ser que Dios cargue o castigue a uno para que pague por los demás. Dios no pasa factura. Dios es MISERICORDIOSO. Dios habla al corazón desde el Corazón.
La palabra “expiación” podemos empezar a entenderla con la última frase de la lectura: “Mi siervo justificará a muchos porque cargó con los crímenes de ellos”. Cargar es lo mismo que “quitar” (quita el pecado del mundo o carga con el pecado del mundo). El siervo se hace uno como nosotros para justificarnos, hacernos santos, de la estirpe de Dios, darnos su Espíritu y así hacernos funcionar como él. Llegado el Espíritu se borra (ausenta, elimina) el pecado (la tiniebla) y somos creaturas nuevas, creaturas libres para ser “siervos” para los demás.
El evangelio de hoy desglosa esta actividad del “siervo” en la persona de Jesús. Ante la pregunta bastante descarada pero sincera de dos de sus apóstoles (los hijos del trueno) que debían ser de “armas tomar”, Jesús va a dar una lección importante sobre el modo de comportarse El y aquellos que quieran seguirle. Va a descubrirnos la escala de valores que rigen su vida (palabras y obras) y que serán los valores del Reino.
Santiago y Juan quieren ser los primeros en el escalafón de los cargos del “reino” que ellos se imaginan. Nada distinto de los otros 10 que piensan lo mismo, aunque no lo dicen, y de otros 100.000 más que estamos en la misma onda. Hoy todos trabajan por ser “primeros” en lo que sea. Véase por ejemplo el libro ese que se llama Guinness (o algo así) o la fanfarria que acompaña a cualquier campeón de cualquier cosa.
Jesús les dirá que lo del “escalafón” no está de su mano; que es cosa del Padre. Y ya es una respuesta clara y distinta. ¿Podéis decirme cuál es el escalafón de una madre o padre referido a sus hijos? ¿Cuál es el hijo más importante? Tratad de responder y veréis como es un come-cocos. Porque dependerá de la circunstancia del hijo para que se haga visible el amor del padre-madre de una forma u otra, pero siempre desearán para el hijo que sea él mismo y desarrolle lo mejor de sí mismo, sin comparación con ningún otro hijo. Cada hijo es “único”. Bueno, pues eso. Para Dios somos todos como “únicos” y amados sin medida. Preferido para Dios será el pequeño, el enfermo o el pobre, para “liberarlo” o sacarlo de esa “limitación”.
Después les dirá que lo que importa es “beber el cáliz” y vivir su “bautismo”. Todos entendemos que está hablando de “dar la vida hasta la última gota de su sangre”. Pero para que no lo entendamos mal Jesús va a dar una lección de vida a sus discípulos declarando uno de sus preceptos o máximas más importantes: “No sea así entre vosotros”. Ser importante en los esquemas del mundo implica tiranizar y oprimir a otros. Subir en el escalafón es igual a pisar sobre el hombro de otro. Es funcionar según el esquema de Babel.
Entre vosotros, el que quiera ser primero, que sea el último, sea “siervo” o esclavo del otro.
Aquí tenemos a Jesús que parece no condenar nuestros deseos de ser “primeros”. Pero indica caminos nuevos que si los seguimos nos sorprenderán con la realidad del Reino. Para ser “primero” ponte detrás, porte el último y sirve, entrega tu vida, da tu vida para que el otro, los otros, tus hermanos, tengan vida. Posibilita la vida a los demás siempre y en toda ocasión. Esto implica un adelgazamiento del “yo y mis circunstancias” para que emerja un tú o un nosotros insospechado, donde todos podemos ser primeros. De hecho, cuando Pablo habla de esta vida la compara a una carrera de atletas en la que todos al final podremos ser coronados del laurel de la victoria o de la medalla de oro de campeones. En esta dinámica de apuntarnos todos a ser servidores de los demás hay un círculo virtuoso que nos beneficia el ciento por uno. Somos uno a servir (yo) y muchos a servirme (los demás). Es una delicia vivir la fraternidad.
Jesús añade eso de que no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos. Ese rescate es de lo que he hablado en ese círculo virtuoso. No se trata de pagar por nadie sino de solidarizarse y ponerse al servicio de “todos” para rescatarnos de nuestras esclavitudes que nos atan a la caverna, al viejo mundo, al escalafón de valores Babelianos. Jesús primero que nada es maestro en el servicio hasta dar la vida. No escatima un ápice de su vida por amor a los demás (nosotros). Jesús es machacado por los antivalores del Reino. A Jesús le aplasta el poder político-económico-religioso del momento que estaban encaramados en el escalafón de Babel. En esa muerte muestra su fidelidad a Dios y al Reino, y el Padre muestra también su fidelidad al Hijo rescatándolo de la muerte o venciendo a la muerte. Jesús nos dará su Espíritu para que podamos vivir desde la realidad nueva de la vida del resucitado. Tenemos todo de nuestra parte para poder vivir como él, sirviendo a los demás y rescatando a nuestro mundo de las esclavitudes que producen nuestros egoísmos y la cadena de pecado (muerte, anti-Reino) que genera. Quitar ese pecado es nuestra tarea, siguiendo los pasos de Jesús (bebiendo su cáliz). Ser siervos de los demás. No otra cosa es reparar (dicho para los reparadores).
Vuestro amigo
Gonzalo Arnaiz Alvarez, scj.