lunes, 1 de diciembre de 2008 | |

Alucución Rev. M. Abadesa del Monasterio del Císter de Benaguacil

Alocución pronunciada en la Clausura de "24 horas" por la Rev. M. Abadesa del Monasterio del Císter de Benaguacil.

Hemos llegado al final de esta nueva y enriquecedora experiencia con el corazón lleno de gratitud hacia todas las personas que han colaborado para hacer realidad la posibilidad de un encuentro más profundo con el Señor que nos espera en el Sagrario para que descansemos en Él “Sólo en Dios descansa mi alma”(Sal.61).

Venid a mi todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso” (Mt 11,28)

Tener las puertas de la iglesia las 24h del día abiertas ha supuesto una llamada más fuerte a la puerta de nuestro corazón para que le abramos y entremos en su intimidad:”Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap.3,20).

Han sido unos días de intensificar más nuestra dimensión contemplativa compartiéndola con los demás.

Nuestras Iglesias deben se oasis que se encuentran en medio del desierto de nuestra sociedad. Digo desierto porque las personas cada vez sienten más la soledad, a pesar de estar tan desarrollados los medios de comunicación. El Señor es nuestro Pastor y nos invita a ir a las praderas de sus iglesias para que bebamos de la Fuente que brota de Jesús Eucaristía: “En Ti está la Fuente Viva y tu Luz nos hace ver la Luz” (Sal. 35)

Nuestras Iglesias deben ser lugares de PAZ para ESCUCHAR A DIOS. Él nos indica el camino que tenemos que seguir bajo el amparo de María, nuestro modelo más perfecto de docilidad a su Palabra.

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